En su mensaje dominical su Santidad Francisco recordó a María y su actitud positiva.
Incluyo en esta homilía una reflexión sobre San Juan Diego, el encuentro con la virgen y su presencia constante de ella en la vida de los mexicanos.
“En la construcción de la vida; comunidades, sociedades y culturas nadie puede quedar afuera, TODOS somos necesarios, en especial aquellos que normalmente no cuentan por no estar a la altura de las circunstancias o por no aportar el capital necesario”
Para finalizar tocó el tema de los jóvenes expuestos a un sinfín de situaciones riesgosas y dolorosas y la situación de los ancianos sin reconocimiento olvidados en tantos rincones.